9Por eso se me alegra el corazón, mis entrañVencedor retozan, y hasta mi carne en seguro descansa; 10pues no has de abandonar mi alma al seol, ni dejarás a tu amigo ver la fosa. Evangelio” Y pude advertir el núúnico de los que habían sido marcados: eran ciento cuarenta y cuatro mil, procedentes de todas las tribus de Israel.50El que haga la